Hedy Lamarr, la madre del Wi-Fi

© Everett Colllection

Por Mayra Nuñez P.

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Hedy Lamarr, cuyo nombre real era Hedwig Eva María Kiesler, fue una actriz de cine e inventora austríaca, que creó la primera versión del espectro ensanchado que permitiría las comunicaciones inalámbricas de larga distancia.​ ​

Nació el 9 de noviembre de 1914, en Viena, Austria, y falleció el 19 de enero de 2000, en Casselberry, Florida, Estados Unidos.

Fue hija única en el matrimonio formado por Emil y Gertrud Kiesler. Su madre, pianista, nació en Budapest; su padre, ucraniano, fue director de un banco; pertenecían a las familias judías de clase alta de Viena.

A los once años tocaba perfectamente el piano, dominaba la danza y hablaba cuatro idiomas. A los dieciséis empezó a estudiar artes escénicas, lo que la llevó a abandonar los estudios de ingeniería para dedicarse a ser actriz.

Éxtasis fue la película que la llevó a la fama en 1932, un filme donde su personaje aparecía completamente desnuda, lo cual fue un escandalo social, al grado de que se prohibió su proyección en las salas de cine.

El magnate Fritz Mandal, dueño de una gran empresa armamentista, vio el filme y quedó prendado de la belleza de Hedy Kiesler, por lo que la busco y convenció a sus padres para que les permitieran casarse. Ellos estuvieron totalmente de acuerdo, en especial por la situación en que se encontraban como judíos.

Ya casados, su marido la obligaba a acompañarlo a todas las fiestas y cenas de negocios, lo que permitió a Hedy darse cuenta de que su marido traficaba armas con Hitler y Mussolini durante la invasión alemana a Polonia, así como conocer los planes secretos del Tercer Reich.

Aunque vivía rodeada de lujos en el Castillo de Salzburgo, para ella era un infierno, ya que su marido era extremadamente celoso. Era como una esclava, que no podía hacer nada sin su autorización. Horrorizada por la vigilancia tan fuerte de su marido, decidió huir.

Logró llegar a Londres y embarcarse en el trasatlántico Normandía con destino a los Estados Unidos. Tuvo la suerte de coincidir con el productor de películas Luis B. Mayer, de la “Metro-Goldwyn-Mayer”, quien al verla quedó embelesado por su belleza y le ofreció trabajo. Antes de llegar, Mayer y su esposa le sugirieron cambiar su nombre por el de Hedy Lamarr.

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Al llegar a los Estados Unidos, Mayer se dedicó a presentarla como la mujer más bella del mundo, convirtiéndola en un ícono del cine estadunidense.

Nadie imaginaba que poseía información confidencial sobre los nazis y que guardaba un gran secreto.

Lamarr era una científica capaz de desarrollar la tecnología necesaria para crear un sistema de torpedos, así que decide dedicar las noches a desarrollar algo muy importante y, junto con su amigo George Anthiel, inventa un sistema de comunicaciones de salto de frecuencia para los aliados, que sentó las bases de la tecnología del Sistema de Posicionamiento Global (GPS), el Bluetooth y la Wi-Fi que se utilizan en la actualidad.

Hedy y George patentaron el sistema de torpedos y consiguieron una cita con el secretario de Guerra de los Estados Unidos quien, tras escucharlos por segunda ocasión, rechazo la oferta con el argumento de que su invención era original y muy impresionante… pero era imposible adoptar su sistema.

Argumentó, entre otras cosas, que sería muy difícil hacer que los soldados y marinos aceptaran un sistema de armas creado por una mujer.

Hedy se convirtió en ciudadana estadunidense en 1953 y fue honrada con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en 1960.

Hedy Lamarr falleció a consecuencia de una enfermedad cardiaca el 19 de enero de 2000, a la edad de 86 años, en Florida.

En 2014 fue incluida en el Salón de la Fama de Inventores Nacionales por el desarrollo de su tecnología de salto de frecuencia.

Se le apodó como “La madre del Wi-Fi y otras comunicaciones inalámbricas como GPS y Bluetooth».

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