La persistencia de la memoria

De ninguna manera volveré a México; no soporto estar en un país más surrealista que mis pinturas… Así se expresó el pintor español Salvador Dalí al visitar México en 1940.

Salvador Dalí ocupa un sitio particular en la historia del arte. Ha sido considerado uno de los pintores más personales, originales y cotizados en el mercado del arte.

En sus 84 años de vida, Salvador Dalí tuvo una productiva carrera que, aunada a su llamativa personalidad, le convirtieron en uno de los grandes surrealistas. También tuvo participaciones con cineastas como Luis Buñuel, Walt Disney o Alfred Hitchcock.

Un famoso cuadro de Dalí, pintado en 1931, fue “La persistencia de la memoria», conocida por sus relojes blandos, que parecen derretirse en medio de un paisaje surrealista.

Esta obra ha sido interpretada de muy diferentes maneras, pero comúnmente se sugiere que los relojes simbolizan la relatividad del tiempo y lo fugaz de la realidad.

Se afirma que Dalí exploró la idea de que el tiempo es maleable y subjetivo, al mostrar un mundo donde las horas pierden su rigidez.

La obra nos enfrenta para reflexionar sobre la naturaleza efímera de la existencia y la percepción del tiempo.

Un análisis del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), donde se encuentra en exhibición la obra desde 1934, señala que las hormigas en el reloj de la izquierda suelen representar la decadencia. Las hormigas son una constante en las obras de Dalí.

El tiempo es, entonces, la representación de aquello que vive y siente, y que con el paso del tiempo desaparece, se derrite, se deshace…

Salvado Domingo Felipe Jacinto Dalí falleció a los 84 años en su ciudad natal de Figueres, España.

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