Sin duda, el arte y, más concretamente, la pintura, siempre se han llevado bien con la gastronomía. En los años 60 hubo un movimiento Eat Art, caracterizado por transformar la relación entre la comida y el arte, haciendo de ésta su medio de creación y, al mismo tiempo, el soporte de la obra. La mesa es un escenario que enfrenta a dos o más personas en un instante donde el mínimo error puede marcar el destino de un encuentro, ya sea una reunión de negocios o una cena romántica.
Se dice que la elegancia que se ofrece en una mesa, es el reflejo de cómo se es en otros aspectos de la vida. Ayer acudimos a la invitación de nuestros amigos, el escultor oaxaqueño Lorenzo Martínez y la pintora francesa Giselle Moranton, quienes nos compartieron su conocimiento, el gusto y la importancia de que el montar una mesa puede llegar a ser un arte, si tenemos en cuenta que interviene el conocimiento del protocolo, el buen gusto y la creatividad, habilidades que pueden convertir una comida en una fiesta y un cuadro en una obra de arte.
La casa de Lorenzo y Giselle es un escenario en donde, rodeados de arte, una deliciosa comida y una interesante plática pueden convertir una reunión en una fiesta para los cinco sentidos. A la vez, es también muy importante lo que expone cada uno de nosotros cuando compartimos una mesa, ya sean temas sociales, familiares, culturales, etc.
En esas pláticas podemos darnos cuenta de cuál es nuestra esencia, nuestra energía. ¿Qué ponemos sobre la mesa: alegría, optimismo, ideas, soluciones, elogios, inspiración, positivismo, o si somos de las personas que traen una carga de pesimismo, melancolía, crítica, mal humor, negatividad o chismes?
Sería muy interesante hacer una autoevaluación y ver de qué lado estamos y de cuál queremos estar. Atreverse a explorar el comportamiento de uno mismo puede ser una de la experiencias mas enriquecedoras.
Y en estos nuevos tiempos, en que hemos aprendido a vivir en nuestras casas y a compartir solamente con las personas más cercanas, es muy importante lo que vamos a exponer a la mesa y con lo que vamos a degustarlo.
¡Salud!
Profa. Mayra Núñez Perea