El arte de la resistencia

Siempre he dicho que el arte es un instrumento de conocimiento que podemos aprovechar para ser personas más sensibles y, así, poder apreciar y entender todo lo que hacemos, sin importar a qué nos dediquemos: El arte toca todos los aspectos de la vida.

El arte es una expresión artística en el mundo de la belleza, pero también en el mundo de la reflexión, la experimentación, la denuncia y la provocación. El arte, como protesta, nos sirve para la resistencia.

El arte ha sido el medio más importante para dar a conocer al mundo el momento que estamos viviendo; es un reflejo del contexto económico, social y político, de lo que pasa, y no se circunscribe a un sólo género.

El arte como protesta abarca a muchas personas, a grupos sociales; el arte en las calles, al racismo, al clasismo.

Desde los inicios del siglo XXI, el arte se ha transformado en una herramienta de denuncia social, donde la opresión y la injusticia se levantan en armas.

El arte se opuso a poderes como el partido nazi alemán, y al apartheid, en Sudáfrica. El artista Willie Bester ha dedicado su obra a la resistencia en Sudáfrica, a través de su obra, y la artista Jane Alexander se ha ocupado de las atrocidades del apartheid.

Actualmente, el arte se ve en las calles, en los muros, donde habla por sí mismo, donde evidencia la violencia que existe. Las propuestas artísticas callejeras hablan por sí solas, pero si los espectadores no nos detenemos a verlas, a escucharlas, a contemplarlas, a criticarlas y a reflexionar, entonces el arte no se puede comunicar.

El arte y la sociedad son conceptos inseparables.

Platón

Profa.: Mayra Núñez Perea

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