La joven de la perla

Por Mayra Núñez P.

Al observarla, te das cuenta de que, pesar de eso, el cuadro conserva la tranquilidad típica y cristalina de casi todas las obras de Vermeer.

«La joven de la perla», también conocida como «La Mona Lisa holandesa», es la obra más reconocida de Vermeer.

Es un formato pequeño de 46.5 por 40 centímetros y se dice que fue hecha en el año 1665. El realce de la figura se debe a un contraste entre el fondo, muy oscuro, y lo claro de la piel de la joven; otro detalle son los ojos, fijos en el espectador, y los labios entreabiertos. Tampoco nos trasmite un lugar o un momento específicos.

Existen varias versiones sobre la modelo que escogió Vermeer para pintar este cuadro, pero yo les voy a contar ésta. 

En Mauritshuis, una pequeña ciudad de los Países Bajos, en el siglo XVII, vivía una joven de nombre Elizabeth, y aunque su vida era muy modesta, su belleza y su cautivadora mirada eran conocidas en toda la ciudad.

Un día, caminando por el mercado, Johannes Vermeer, quien se distinguía por ser elegante, la vio y la convenció de que fuera su modelo para un cuadro que estaba empezando. 

Como la familia de la joven tenía muchas necesidades económicas, Elizabeth aceptó porque vio una oportunidad para ayudar.

Los aretes de perla dicen que eran de la esposa de Vermeer quien, celosa de la joven modelo, no estaba de acuerdo con que usaran sus aretes, pero tuvo que ceder ante la decisión de su marido. 

Durante el uno o dos años que tardó el pintor en hacer la obra surgió una sincera amistad entre la modelo y el artista, tanto que Vermeer enseñó a la joven a pintar y ella llegó a ser una exitosa y reconocida pintora por sus extraordinarios trabajos.

Por Profa.: Mayra Núñez Perea

www.mayragalleryart.com

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